Los padres de niños especiales nunca deben sentirse culpables o desmeritar la presencia de estos seres en su vida, por el contrario, deben tomarlo como un reto para fortalecer su unión.
Desde el momento en que descubran las limitaciones de su hijo, deben establecer un lazo fuerte de apoyo y buscar métodos dinámicos y creativos para enriquecer a educación del niño.
Por eso también es importante el apoyo de los profesores, quienes se encargan de manera más especializada de acompañar el "proceso especial" que deben tomar y entendiendo que conjuntamente pueden dar demostraciones maravillosas de que estos niños pueden resultar mucho más inteligentes y activos de lo que ellos creen.


Felcitaciones, buen blog
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